miércoles, 7 de abril de 2010

Runaway 3: A Twist of Fate. OPINIÓN

Siempre pasa lo mismo, cuando se habla de una aventura gráfica resulta complicado callarse todas aquellas quejas que dejan en evidencia la decadencia del género en los días que corren. Aunque es cierto que estos últimos años han habido unas cuantas propuestas que han alegrado la vista y han aumentado las esperanzas del jugador, no han sido pocas las decepciones. En otras palabras, para encontrarse con una buena aventura gráfica has de tener mucha suerte, o simplemente echarle un vistazo al fantástico catálogo de Telltale Games. Y ahora, parece que también tendremos que estar atentos a Péndulo Studios.

Péndulo ya nos sorprendió cuando sacó Hollywood Monsters en las estanterías de las tiendas. Barato, muy vistoso y agradable de jugar, una aventura gráfica como las de siempre: Buenos personajes, una trama curiosa y muy cinéfila, buenos puzzles, muchas localizaciones, diálogos delirantes... Lo tenía todo para competir con otras aventuras de su calidad, excepto un buen diseño de puzzles. Luego llegó Runaway, la primera parte, que también hizo las delicias de los jugadores con su propuesta todavía clásica, un apartado gráfico todavía mejor y un diseño de puzzles, aunque imperfecto, mejorado. Runaway 2, por otro lado, no hizo más que repetir la fórmula de éxito, mejorando aún más la asignatura pendiente de los puzzles y sorprendiendo a sus fans con un final abierto a tercera parte que causó tantos enfados como impaciencia. Ahora, por fin, tenemos esa parte "final" (entre comillas, porque a saber si nos hacen una cuarta, aunque ya anuncio que el final, esta vez, lo cierra todo) que todos esperábamos. Sólo queda ver si está a la altura de las expectativas.

Para empezar, el final de la entrega anterior se atrevía a mostrar extraterrestres y elementos fantásticos que muy pocos esperaban, a pesar de que la saga Runaway puede abarcarlo todo, lo cierto es que nadie imaginaba que fuéramos a encontrarnos tan abiertamente con unos elementos de este estilo. Y aunque esta tercera parte no olvida ese final abierto, lo aplaza para aprovecharlo al máximo, confundiendo al jugador (en el buen sentido) en una trama donde nada más empezar vemos una supuesta muerte de Brian en un cementerio tras haber pasado éste por un manicomio, otorgando al juego un interés mayor que si hubiese continuado linealmente con lo visto hasta el momento.

Este gran acierto se redondea con la presencia de unos buenos villanos, con el regreso de uno de los que vimos en la entrega anterior y la presencia de un dúo bastante curioso que, no obstante, podría haber estado más aprovechado. En cuanto a los secundarios, la saga Runaway siempre ha destacado por las peculiaridades de estos, Péndulo parece preocuparse mucho porque resulten memorables, para bien o para mal, siempre con alguna frase destacable o alguna coletilla más o menos ingeniosa. Esta entrega no sólo no es una excepción en este aspecto, sino que además se preocupa por mostrar personajes más serios y con cierta personalidad en por los que incluso puedes llegar a preocuparte. El Gran Marcelo, entre los poco importantes, es, por ejemplo, uno de los más simpáticos y memorables. Por otro lado, Gina Timmins (que esta vez controlaremos durante más tiempo) y Brian Basco han mejorado muchísimo, siendo más irónicos y perspicaces, especialmente divertida la relación entre ambos y la evolución sufrida: Gina ha pasado de ser una asustadiza striptease a ser una sofisticada aventurera y Brian, a su vez, a pasado de ser el pardillo de la primera entrega a un tipo que apenas se sorprende o se asusta por nada.

Los gráficos, como siempre, muy agradables y vistosos. Técnicamente es irreprochable, mejorando mucho en las secuencias cinematográficas (que son numerosas) y en cuanto a los movimientos de los personajes no parecen haber límites. Siempre hay una animación detrás de cada acción, y no hay ninguna que resulte inadecuada o chapucera. Al contrario, existe una fluidez en la animación del juego que es de agradecer, con momentos en los que resulta bastante impresionante el que, en una aventura de desarrollo 2D, hayan tantos planos en alguna que otra conversación. Hay fondos por los que se han preocupado incluso de realizar diferentes enfoques para mostrar alguna que otra secuencia. Para rematar, hasta se han tomado la molestia de realizar un modelado 3D para observar todos los objetos que se recogen durante el juego desde diferentes ángulos y ocupando toda la pantalla, un lujo innecesario que, sin embargo, está ahí y que demuestra, una vez más, el amor y el mimo que han dedicado al juego. Lo dicho, totalmente irreprochable en este aspecto y todo un ejemplo a seguir.

En definitiva, deja un buen sabor de boca, sobre todo porque el espíritu "Runaway" está más vivo que nunca en esta entrega, con los protagonistas huyendo y lidiando contra sus perseguidores y conspiradores hasta el mismo final. Podría haber estado mejor sin tantas facilidades y con puzzles más complejos, porque aunque algunos sean bastante ingeniosos, lo cierto es que ninguno ha supuesto apenas un desafío, yo creo que ese es su principal defecto, por encima de su duración, que es quizá demasiado justa, pero la correcta. Alargarlo más habría supuesto un grave error.

Es de las mejores aventuras modernas que he jugado, pese a no alcanzar, ni de lejos, las excelencias de Tales of Monkey Island, pero eso era mucho pedir. De la misma manera que decir que es de lo mejor del género últimamente tampoco es que sea un cumplido muy grandioso, por desgracia. 7,5/10.

P.D. No, no, la imagen no tiene absolutamente nada que ver con el juego, es mi can actual, ya que la última vez subí al que tenía antes.