viernes, 31 de diciembre de 2010

Año nuevo, cómics nuevos - Hastío de Marvel y DC

Empiezo a ver que por internet empieza a existir cierta tendencia a la hora de hablar de las dos grandes: Marvel y DC. La gente parece cansada de las franquicias de siempre y se está retirando a favor de las editoriales más pequeñas o a las líneas más personales al estilo Icon o Vértigo.

¿A qué puede deberse esto? Hay varias teorías que he ido reuniendo a partir de los posts leídos en varios blogs:

1 - Los cómics de superhéroes son repetitivos, no malos pero sí poco atractivos en cuanto a premisas manidas y muy mal aprovechadas. Esto es un mal especialmente para gente con mucho bagaje y mucho leído a lo largo de los años. Las historias tienden a repetirse, los personajes tienden a actuar exactamente igual que siempre, éstos no cambian y no pueden hacerlo debido a varios motivos comerciales. Especialmente sangrante en el caso de los iconos.

2 - Hay demasiados cómics sobre un mismo personaje. Esto ocurre sobre todo con Superman, Batman y Spider-man. Los Vengadores y los X-men también podrían unirse a la ecuación. Todas aquellas series de éxito sufren de tie-ins diversos y varios títulos de diferentes tonos y diferentes autores, pero el completismo de algunos fans acaban por cansarlos y hastiarlos hasta el punto en que no quieren saber nada sobre un mismo personaje. Es cierto que así hay más para elegir, pero también perjudica a la hora de que algún autor quiera hacer algún cambio trascendental en el status quo de algún personaje, no se puede hacer o queda muy forzado cuantas más colecciones o apariciones en otras tenga el susodicho.

3 - Los crossovers lastran las colecciones y obligan al lector a seguir algunas que no desea. Independientemente de cómo sea el crossover (que si de una miniserie con tie-ins, que suceda de una colección a otra, que sea sólo un cruce con diferentes autores de la colección...) lo cierto es que hay demasiados en muy poco tiempo, y sobre todo los editores pecan de ser demasiado ingeniosos a la hora de querer sacar dinero. Los hay muy acertados y los hay que son basura sacacuartos sin defensa posible, pero todos tienen algo en común: Interrumpen etapas. Y esto último es importante, porque a la hora de la verdad queda demostrado que el lector actual es más estricto que antes en cuanto al seguimiento de ciertos autores que, sin embargo, se ven obligados a interrumpir sus planes en una serie sólo porque el editor ha decidido que debe seguir las directrices de cualquier otro autor.

4 - El lector de superhéroes de siempre ha perdido por completo la sensación de credulidad. Esto se lleva desde los años 90, qué duda cabe, está claro que "todo cambia para seguir igual" y sólo algún que otro detalle acaba siendo realmente trascendente en alguna serie. Pero por desgracia, ya nadie se cree la muerte de ningún personaje, ni tampoco ningún cambio de status quo, de uniforme, de poderes, de identidad, ni nada de nada. Todo el mundo sabe que todo cambio está destinado a perderse en el futuro, esto es así y hay que aceptarlo como parte del "juego", pero es un "juego" que al final acaba cansando.

5 - La grapa es un formato en peligro de extinción. Esta frase ya se viene diciendo desde hace muchos años y lo cierto es que hay más grapa que nunca. Pero ahora entra en juego el recopilatorio, y hay muchas series nuevas que son sacadas directamente en tomo. Se nota cierta tendencia a la hora de valorar el cómic como un medio mucho más elegante de lo que parece a simple vista, más cerca de la novela y menos de la revista semanal de ocio de usar y tirar. Esto provoca que existan ciertas colecciones o etapas que merece la pena comprar en formatos más caros pero también más agradecidos. Y lo cierto es que las mejores series son las que se publican en estos formatos.

6 - Existe una gran variedad ahí fuera que merece mucho la pena explorar. Esta sería la parte que más me atañe a mí, personalmente. Y es que me doy cuenta de que no entiendo por qué tengo que estar con los cómics de siempre cuando resulta que hay tantos otros que me "llenan" mucho más y que además son conclusivos, cosa que me incita a ver cómo acabará todo y de qué forma. Por otro lado, también son cómics de autor, por lo que las versiones de los personajes y su propio entorno mantienen cierta coherencia e intencionalidad que, con series más longevas y que pasan por más manos, no logran mantener de ninguna forma. Aparte, los otros géneros están mucho menos estancados e invitan a ser descubiertos, pese a que no ser demasiado originales si se tiene en cuenta que están extraídos de otras artes como el cine o la literatura.

Estas son varias de las teorías que hay. ¿Cuáles pondríais vosotros? ¿Estáis de acuerdo con estas? Opinad y pasad un feliz año 2011.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Los Muertos Vivientes #8. Creados para sufrir.

No suelo comenzar a realizar reseñas de una serie de pocos números por uno cualquiera, normalmente me gusta ir desde el primero hasta el último. Pero con esta, con esta me sentía obligado a empezar por aquí. Y es que debo decir, muy sinceramente, que pocos cómics han logrado que exclame a grito limpio un "JODER" como en este caso, o pocos han habido que me empujen a apartar la cara disgustado, no por asco, sino porque sentirme afectado personalmente por algo, como si lo estuviese viviendo. Creados para sufrir, el octavo tomo de Los Muertos Vivientes, ha logrado en mí semejantes reacciones, amén de un mal cuerpo tras la lectura que pocas veces se me ha quedado por algo tan banal como este medio de entretenimiento.

Kirkman es un genio, no porque sea un escritor excepcional, ya que ni siquiera es un buen dialoguista, todo lo contrario, es espantoso poniendo palabras en boca de los personajes. Todos hablan igual, la verborrea en momentos límite es excesiva y poco natural, cuentan demasiado de lo que piensan cuando no todo el mundo se expresa tan abiertamente dando en todo momento su punto de vista, etc. Tiene sus lacras y defectos, qué duda cabe. Pero luego tiene unas virtudes que son realmente excepcionales, y que cuando las muestra en todo su esplendor y potencial te olvidas de todo lo demás. En Los Muertos Vivientes está realizando uno de sus mejores trabajos (el otro sería Invencible) precisamente porque está poniendo toda la carne (y nunca mejor dicho) en el asador.

A estas alturas de la serie es una obviedad decirlo: En esta colección los zombies son lo de menos, lo peor es la especie humana y su naturaleza visceral a la hora de enfrentarse a situaciones peligrosas o, simplemente, cuando decide actuar por su propia conveniencia. Aquí el guionista ha metido a un villano bastante repugnante y malvado, pero ha tenido la habilidad suficiente como para hacer que ambos bandos humanos (el que seguimos a lo largo de los números y el otro) sean lo bastante similares tanto en actos como en pensamiento como para que haya cierta ambigüedad. Pero esa no es la mejor virtud de este inigualable tomo, lo más impactante es el cambio radical de status quo al que se enfrentan los personajes. Todo es posible, nadie es insustituible, la muerte es algo rápido y tan injusto como en la vida misma y cuando llega, con personajes tan bien escritos como estos, es como un jarro de agua fría. No lo ves venir y además se sufre.

Por tanto, Creados para sufrir es ni más ni menos que el mejor ejemplo de lo que es esta serie: Un retrato apocalíptico en donde por muy malo que sea el peligro externo, el ser humano es el mayor peligro de sí mismo. Impresionante, doloroso y excepcional. Touché, Kirkman.