lunes, 13 de diciembre de 2010

Los Muertos Vivientes #8. Creados para sufrir.

No suelo comenzar a realizar reseñas de una serie de pocos números por uno cualquiera, normalmente me gusta ir desde el primero hasta el último. Pero con esta, con esta me sentía obligado a empezar por aquí. Y es que debo decir, muy sinceramente, que pocos cómics han logrado que exclame a grito limpio un "JODER" como en este caso, o pocos han habido que me empujen a apartar la cara disgustado, no por asco, sino porque sentirme afectado personalmente por algo, como si lo estuviese viviendo. Creados para sufrir, el octavo tomo de Los Muertos Vivientes, ha logrado en mí semejantes reacciones, amén de un mal cuerpo tras la lectura que pocas veces se me ha quedado por algo tan banal como este medio de entretenimiento.

Kirkman es un genio, no porque sea un escritor excepcional, ya que ni siquiera es un buen dialoguista, todo lo contrario, es espantoso poniendo palabras en boca de los personajes. Todos hablan igual, la verborrea en momentos límite es excesiva y poco natural, cuentan demasiado de lo que piensan cuando no todo el mundo se expresa tan abiertamente dando en todo momento su punto de vista, etc. Tiene sus lacras y defectos, qué duda cabe. Pero luego tiene unas virtudes que son realmente excepcionales, y que cuando las muestra en todo su esplendor y potencial te olvidas de todo lo demás. En Los Muertos Vivientes está realizando uno de sus mejores trabajos (el otro sería Invencible) precisamente porque está poniendo toda la carne (y nunca mejor dicho) en el asador.

A estas alturas de la serie es una obviedad decirlo: En esta colección los zombies son lo de menos, lo peor es la especie humana y su naturaleza visceral a la hora de enfrentarse a situaciones peligrosas o, simplemente, cuando decide actuar por su propia conveniencia. Aquí el guionista ha metido a un villano bastante repugnante y malvado, pero ha tenido la habilidad suficiente como para hacer que ambos bandos humanos (el que seguimos a lo largo de los números y el otro) sean lo bastante similares tanto en actos como en pensamiento como para que haya cierta ambigüedad. Pero esa no es la mejor virtud de este inigualable tomo, lo más impactante es el cambio radical de status quo al que se enfrentan los personajes. Todo es posible, nadie es insustituible, la muerte es algo rápido y tan injusto como en la vida misma y cuando llega, con personajes tan bien escritos como estos, es como un jarro de agua fría. No lo ves venir y además se sufre.

Por tanto, Creados para sufrir es ni más ni menos que el mejor ejemplo de lo que es esta serie: Un retrato apocalíptico en donde por muy malo que sea el peligro externo, el ser humano es el mayor peligro de sí mismo. Impresionante, doloroso y excepcional. Touché, Kirkman.

6 comentarios:

José M. García dijo...

Creo que pocas veces me he sentido tan solo en mi vida. Precisamente en este nº dejé de comprar la colección.

Los muertos vivientes no me parece mala, ojo, pero tampoco gran cosa. Lo único que hace Kirkman es coger todos los tópicos del cine de zombis y trasladarlos al formato comic, pero, además, con la autoconsciencia del peor Romero: su alegoría resulta tan obvia. No aguanto que los personajes verbalicen el supuesto mensaje. ¿Cambiar un centro comercial por una prisión? ¡Buff!

LaGeller dijo...

Justamente me he quedado en el 8, que puedo resumir con una sola frase: ¡¡¡MADRE MÍA!!!. Al autor le encantan los giros finales y, aunque algunos son bastantes previsible, este me ha descolocado y me ha dejado a cuadros.

Por cierto, felices fiestas.

Ovi-One dijo...

Int, siento que te quedes solo (que no, que alguno más habrá por ahí que piense como tú, hombre), pero lo digo sin segundas, es decir... ojalá hubieses sentido lo que yo leyendo el tomo ocho. ¿Sabes eso de "vivir" una lectura? Pues mira que hacía tiempo que no me pasaba y con esta por fin me ha ocurrido.

Por otro lado, a mí nunca me entusiasmaron los personajes que Romero desarrollaba en sus filmes, siempre los vi muy fríos y poco pasionales. Además, gracias a esto de poder desarrollar la trama a través de varios números, Kirkman consigue ir creando un desarrollo que el director no pudo conseguir por las limitaciones del medio fílmico. No sé, para mí son dos cosas distintas que disfruto enormemente a su manera, sin que una pise a la otra.

LaGeller, el "MADRE MÍA" viene que ni pintado para resumir la sensación que da el tomo de marras. ¡Felices fiestas a ti también!

Txema SG dijo...

Int tio como dices eso XD, esta serie es la mejor colección usa de los ultimos 20 años, emmo claro está.

Ya hablando del tomo, pocas veces se me ha quedado tan mal el cuerpo como cuando terminé de leerlo. Que cabrón que es Kirkman...

Ovi-One dijo...

No, Yota, hay colecciones mejores que Los Muertos Vivientes, a pesar de que me gusta muchísimo. Y es que, aunque no lo parezca, estos últimos 20 años están repletos de grandes cómics.

Mira, Sandman, sin ir más lejos. :p

Iñaki dijo...

Por completo de acuerdo. Ahí va mi valoración personal - muy parecida - sobre este número en concreto:

http://mundosenparalelo.blogspot.com/2010/10/comic-los-muertos-vivientes-8.html

Y la del resto de números por aquí:

http://mundosenparalelo.blogspot.com/search/label/C%C3%B3mic%20Americano

Saludos.