Últimamente se suele decir por donde frecuento: En San Valentín se debe mojar mucho. Y la razón no es otra que la tremenda de cantidad de cumpleaños que hay entre noviembre y diciembre. Hoy, en concreto, cumplen dos primas mías a las que les digo ya, desde aquí: ¡Felicidades! Lo que me lleva a comentar la dedicatoria de una de ellas, que tiene la presencia de una mascotita del muy conocido juego de Facebook llamado Pet Society.
Digo que es muy conocido porque en mi zona se juega a destajo, incluso algunos gastan dinero real para obtener dinero del juego y comprarse habitaciones y demás utensilios para esa mascotita virtual que tanto furor está causando a juzgar por la cantidad de vecinos que poseo, que ya rondan la centena. Además, si no causara furor, no se preocuparía una de las empresas más importantes de los videojuegos como es Electronic Arts por colaborar económicamente con una tan modesta como la creadora del Pet Society: PlayFish. Por tanto, eso debe dar muchos beneficios.
Lo más gracioso de todo es que es un puñetero juego Flash, de estos simplones con una animación justita y un diseño con cierto encanto pero también simple. Aunque nuevamente, lo que es simple puede convertirse en algo efectivo y con un valor comercial indudable, este no es el primer ejemplo que nos encontramos de eso, aunque sea uno de los más llamativos hoy en día, ya que la idea de customizar tu propio bicho y cuidarlo ya viene de hace años. ¿Nadie recuerda el Tamagotchi? Ese aparatito con forma de huevo, tan cutre y tan chungo, donde vemos un muñeco mal dibujado que haría que la Game Boy sintiera vergüenza ajena, que apenas posee dos o tres sprites de animación y que no hacía otra cosa que defecar, enfermar y pedir comida, entre otras chorradas mal contadas. Pero... ¿y lo que viciaba la tontería?¿cuántos caímos en la bobada y cuánto la exprimimos con todas las copias cutres (y no tan cutres, que algunas superaban al original) que se llegaron a hacer? Pues si algo como eso consiguió tanto éxito, el Pet Society, muchísimo más elaborado e interesante, con la posibilidad de modificar la casa de la mascota y visitar a tus amigos, no iba a ser menos.
Lo curioso es que se defienda entre competencia como Los Sims, Second Life y demás "simuladores de vida" online que circulan por ahí. A veces es cierto eso de que "más vale maña que fuerza", aunque en este caso "fuerza" sea "capacidad gráfica y complejidad técnica".
3 comentarios:
Mmm de quien hablaras del pet que gaste dinero.... pero kien sera... xD
Bueno, hablo de varios, no sólo de los que ambos conocemos. XD
Por culpa de juegos como esos han destrozado mi vida, mi mujer se pasaba horas, horas y horas con esos juegos, solo eran discusiones, yo leia cosas sobre parejas que lo habian dejado como por ejemplo el WOW pero lo veia algo aburdo, ¿como una pareja podia romperse por algo asi?, ¿por un juego?, pues es real y yo lo e sufrido, despues de discusiones, nos hemos terminado divorciando.
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