Hay casos en los que la objetividad es imposible de mantener en la opinión de un filme. Hay momentos en que, por mucho que sea uno consciente de los defectos y carencias de una determinada obra, pueden llegar a ser perdonados e incluso ignorados, no por querer tener la razón, sino porque el disfrute de la misma vale más que cualquier juicio meticuloso y analítico al que se pueda alcanzar. Iron Man, el primer filme de Favreau, es uno de esos casos, recibió numerosas críticas positivas, especialmente de un público encantado con las actuaciones de sus actores, sobre todo por Robert Downey Jr., completamente en su salsa como Tony Stark. Por ello, se esperaba mucho de esta secuela, siendo el reparto uno de los mayores alicientes, por no decir que las expectativas estaban ya muy altas desde los primeros trailers e imágenes.
Y la verdad, una vez vista, la película dista mucho de ser perfecta o de aprovechar todas sus posibilidades. Nuevamente, el villano principal está algo desaprovechado, algunos personajes podrían haber dado más de sí, la batalla final decepciona un poco y el ritmo decae por en medio. Sin embargo, como decía anteriormente, esos defectos acaban sepultados ante el cómputo global del filme, que roza el sobresaliente gracias a una fantástica mezcla de elementos y personalidad que hace que se convierta en una de las películas más divertidas, memorables y entretenidas que se puedan ver en la cartelera. Nuevamente, todo gracias a la fantástica combinación de ingredientes que ya brillaban con luz propia en la primera entrega. Los actores cumplen con creces su cometido: Robert Downey Jr. ES Tony Stark, Cheadle está mucho más creíble y carismático como Rohdes que Terrence en la precuela, Rourke y Rockwell cogen el listón de Bridges como los villanos de esta nueva entrega supliendo con creces su ausencia y Paltrow es la más sale perdiendo, no porque tenga que competir con una Johanson perfecta como Natasha, sino porque su personaje se vuelve un poco más histérico y hay momentos en los que parece más un recurso cómico que un elemento de gran importancia.
Pero es que además, la guinda del pastel la podemos encontrar en la presencia inequívoca de un universo compartido, en el que "todo puede ocurrir" y algo se está cociendo. Un sentido del espectáculo colosal en donde las armaduras y las armas de dos grandes empresas tecnológicas desfilan como si pudieran existir en el mundo real. Aparte, la manera de rodar algunas escenas como si estuviéramos viendo las noticias o un programa determinado hace que la inmersión sea absoluta, lo hace todo más creíble y magnético. Y por si todo esto fuera poco, las escenas de acción están rodadas como sólo los mejores directores del género saben: Son claras, concisas, no abusan de los efectos videocliperos con los que sufrimos ahora e, incluso, son creíbles y viscerales.
En definitiva, es todo lo que debe ser una secuela: Más y mejor. Probablemente el único filme en imagen real del año, por el momento, que permanece en mi memoria tras su visionado y todo un festín para cualquier aficionado de Marvel.
3 comentarios:
Partiendo del hecho de que el primer IRON MAN me pareció poquita cosa, esta secuela me parece mucho mejor: más densa y dramática, quizás no tan evasiva, pero más disfrutable: mención especial el papel de Mickey Rourke,las escenas de lucha de Scarlett Johansson y que suena "Robot Rock" de Daft Punk.
Un saludo.
Pues yo no estoy del todo de acuerdo contigo.
Opino como tú respecto a que el hecho de lo que una película nos hace disfrutar debe estar por encima del análisis de la misma y eso también me paso a mí. Es una película que dista muchísimo de ser perfecta, pero yo me lo pasé bomba.
En lo que no coincido es en tu "Más y mejor". Más, sí. Pero ello no implica mejor. Y yo, aún dándoles la misma nota, me quedo con la primera. Porque quizá su virtud, o más bien el defecto de esta secuela, sea que no quiere abarcar tanto para ofrecer poco de cada.
Aún así una peli muy entretenida que se pasa volando. Y si consigue eso, es que algo bueno ha de tener :P .
Yo es que concuerdo más con Int que con agente graves. Es decir, considero Iron Man inferior a Iron Man 2. Y es que la primera parte, aunque cuenta con un origen excelente, lo que sigue a continuación, con el entrenamiento de la armadura y la batalla final (corta y con un desaprovechamiento del villano que da pena) impide que me guste más que esta completa, ágil y divertida secuela.
Son gustos, supongo.
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