domingo, 22 de agosto de 2010

Centurión - El fin de la 9ª legión

Hacía tiempo que no veía una película tan cruda y ambigüa. Quizá se deba al empacho de películas protagonizadas por buenos muy buenos y malos muy malos, que son la mayoría de las que he visto últimamente. Por ello, Centurión ha tenido la suerte de caer en el mejor momento posible, precisamente cuando más necesitaba cierta cabronería por parte de los dos bandos enfrentados entre sí. Es algo que, además, siempre es recomendable en filmes de corte histórico como este, aunque en esta ocasión la época en que está ambientada la historia es tan sólo una mera excusa para presentar un guión que se ciñe en los intereses de su director, y también guionista, Neil Marshall. Así pues, que nadie se equivoque: Centurión es una película de persecución constante al más puro y literal "aquí te pillo, aquí te mato" y más cercana al cine de psicópatas que a la trama que narra las conspiraciones y conquistas de un imperio. Si alguien quiere ver un relato sobre Roma, su gente y sus costumbres mejor que busque en la serie de HBO de dos temporadas, aquí lo que vamos a ver es un duro relato de supervivencia desesperada.

De eso trata precisamente el filme: Transcurre en Bretaña, año 117 de nuestra era, cuando un grupo de soldados romanos de la novena legión lucha por salvar sus vidas después de sufrir un ataque de la guerrilla local que les cuesta la vida de casi todos sus hombres e incluso secuestran al mismo centurión. Los pocos supervivientes, liderados por Quintus Dias, deberán atravesar media península para llegar a la frontera antes de que las hordas guerreras británicas acaben con todos ellos.

Lo primero que llama la atención es la fotografía y la banda sonora. En todo el desarrollo, el filme hace gala de una belleza visual y sonora apabullantes, mostrando una Bretaña realmente preciosa, con una naturaleza tan pura como amenazante, casi es una extensión de sus bárbaros habitantes. Desde los mismos créditos, de hecho, el director se muestra generoso con los grandes planos generales, realizando travellings tan notables que harían que hasta Peter Jackson sintiera envidia. Aunque eso sí, se abusa tanto de ellos como de la crudeza mostrada a lo largo del viaje. Un viaje que, por otro lado, peca de irregular, mostrándose interesante en algunos momentos y cansando en otros, especialmente cuando uno no ve el fin del mismo. Pese a todo, mantiene un ritmo aceptable que transcurre entre la tensión de la persecución enemiga y la lucha contra los elementos de la naturaleza, además de contar con momentos inesperados en donde al final nada es lo que parece, revelando la barbarie se encuentra hasta en las sociedades más aristocráticas y presuntamente nobles.

No es, en definitiva, una película fácil. Si no eres capaz de meterte en la piel de los supervivientes y sentir en tus propias carnes y entrañas el terrible paso en falso que se puede dar de un momento a otro, evidentemente te aburrirá. Sin embargo, pienso que la historia, aunque simple y directa, difícilmente podría estar mejor traída. Todos los personajes tienen motivos para actuar como actúan, y nadie se salva de cometer hasta el acto más deplorable. Los actores, además, cumplen de sobra con su papel, siendo Dominic West una agradable sorpresa, al poner en bandeja su carisma para que sintamos aún más sus desdichas. Aunque tanto Michael Fassbender como Olga Kurylenko no desmerecen en absoluto en sus respectivos roles de protagonista y antagonista. Una hora y media es la duración perfecta para una película sincera y honesta con lo que quiere contar, que está siendo excesivamente vapuleada quizá por no contar con un director de renombre al que perdonar sus excesos y defectos.

En mi opinión, es de lo mejor que he visto en cartelera este año y mucho más redonda y compacta que muchos filmes similares más desafortunados, tales como El Rey Arturo o Druidas, aunque eso tampoco sea mucho decir.

1 comentario:

Myxeta dijo...

Pues la verdad es que a mi me guató bastante porque hay momentos que te ponen los pelos de punta y otros que te dan ganas de vomitar, llegué a pensar que era gore y todo xDDDDD. Tiene un poco de cada género, la verdad es que no le falta de nada.