En fin, para el final me he dejado el dibujo que peor se me ha dado de todos, el de esta Sakura con mala leche.
Decir que el anime empecé a verlo en el Canal 2 Andalucía por las tardes harán ya por lo menos ocho o nueve años (qué viejo me siento), y aunque al principio no daba un duro por él, con el paso de los capítulos, se mostró como una serie con una animación muy sólida, divertida y con geniales giros argumentales. De hecho, cuando me pasaron el manga, me pude dar cuenta de lo buena que era y de lo interesantes que resultaban las CLAMP (especialmente con su Tokyo Babylon, para mí la mejor obra de ellas). En definitiva, es curioso que una serie protagonizada por una niña pueda ser tan madura y para todos los públicos, cómo engaña.
Nótese como la amiguita de Sakura tiene unas intenciones... extrañas. Anda que no tiran las autoras punteradas sobre la ¿¿sutil?? ambigüedad sexual de la chiquilla.
Un saludo.
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