Hoy, doble título, para no perder las viejas costumbres.
Lo primero, en un blog tan personal como este (¿en serio me leéis?) es raro que mire la vista atrás de vez en cuando para darme cuenta de que hay ciertos temas que me negado a tocar o que simplemente he olvidado y nunca me han inspirado para un texto. Hoy, entre las dudas que tengo sobre un proyecto relacionado con tiras cómicas que parodien personajes y situaciones del videojuego, he caído en la cuenta de que nunca he mencionado mi relación con este tipo de divertimiento. Lo máximo que habréis leído quizá es que me chiflan las aventuras gráficas y que tengo una DS.
Pero en general, podría decir que es una relación prohibida. Esto se debe a mi irregular fuerza de voluntad, que lo mismo un día tira más fuerte y enseguida hago lo que se considera el "deber", mientras que en otro (que son más comunes, para mi vergüenza) caigo en las deliciosas fauces de los píxeles y polígonos. Oh, my god!
El mejor ejemplo es mi época de Play Station en los años 90 y principios de esta década, cuando mis ojos estaban postrados sobre Solid Snake, Lara Croft, Abe (el de Oddworld), Cloud Strife, Squall Lionheart, Tony Hawk (sí, por sus famosos juegos), Gabriel Logan (Syphon Filter) y un largo etcétera. Fue una época en la que no dibujé, así de tajante, tal y como suena. Todos mis colegas, que no eran pocos, y yo estábamos viciados a la primera caja de Sony, era un no parar. Todas las tardes jugando, buscando juegos a los que jugar, haciéndonos sagas enteras. Era enfermizo, pero era lo que había. Más tarde, cuando la Play Station dejó paso a su secuela, el boom ya no fue tanto para mí, más que nada por la entrada de la facultad y la negativa (agradecida, la verdad) de mis padres por comprarme una consola nueva, me dijeron que o ahorraba para comprármela o nada. Y la verdad, es significativo que hasta entonces sólo haya tenido una Game Boy Advance (qué timo) y una Nintendo DS, que aún es mi única consola en la actualidad.
Esto no pretende ser un texto anti-consola, esa no es mi intención, ni por asomo. Es un texto que revela y reafirma que hay dibujantes que no sacan a relucir todo su potencial porque hay otros modos de divertirse en la actualidad más sugerentes y adictivos. No le pasa a todo el mundo, sólo a la gente como yo, que somos incapaces de soltar un juego hasta que no nos lo hacemos y así, zas, saltar sobre otro. Es por ello que he evitado, desde que jugué por primera y última vez al Lineage, los juegos de rol online, ya que esos no tienen límite y además sus posibilidades son infinitas.
Hoy en día, aparte de los Tales of Monkey Island (un día tengo que hablar de ellos, me tienen "enamorao"), juego de vez en cuando a la Nintendo DS cuando hay algo interesante que me llama la atención (que antes era mucho, pero ahora ya no tanto). Aunque no descarto una de las grandes en algún futuro. Espero tener más voluntad para entonces.
Y por último, pero más importante, quiero dedicarle todo este tocho (¿de verdad te lo has leído?) a mi amigo Fran, que hoy cumple 23 años (saluda, saluda) y espero que todo le vaya bien en este año que presenta tantos cambios.
Lo dicho: ¡Felicidades Fran!
P.D. Este dibujo se lo hice a una amiga, pero está basado en el archiconocido World of Warcraft, que tanto le gusta a mi colega cumpleañero. Cabría destacar que NO está acabado, aún le faltan las sombras, luces y demás. Cuando esté al 100% lo subiré a mi Deviantart y avisaré por aquí.
Lo primero, en un blog tan personal como este (¿en serio me leéis?) es raro que mire la vista atrás de vez en cuando para darme cuenta de que hay ciertos temas que me negado a tocar o que simplemente he olvidado y nunca me han inspirado para un texto. Hoy, entre las dudas que tengo sobre un proyecto relacionado con tiras cómicas que parodien personajes y situaciones del videojuego, he caído en la cuenta de que nunca he mencionado mi relación con este tipo de divertimiento. Lo máximo que habréis leído quizá es que me chiflan las aventuras gráficas y que tengo una DS.
Pero en general, podría decir que es una relación prohibida. Esto se debe a mi irregular fuerza de voluntad, que lo mismo un día tira más fuerte y enseguida hago lo que se considera el "deber", mientras que en otro (que son más comunes, para mi vergüenza) caigo en las deliciosas fauces de los píxeles y polígonos. Oh, my god!
El mejor ejemplo es mi época de Play Station en los años 90 y principios de esta década, cuando mis ojos estaban postrados sobre Solid Snake, Lara Croft, Abe (el de Oddworld), Cloud Strife, Squall Lionheart, Tony Hawk (sí, por sus famosos juegos), Gabriel Logan (Syphon Filter) y un largo etcétera. Fue una época en la que no dibujé, así de tajante, tal y como suena. Todos mis colegas, que no eran pocos, y yo estábamos viciados a la primera caja de Sony, era un no parar. Todas las tardes jugando, buscando juegos a los que jugar, haciéndonos sagas enteras. Era enfermizo, pero era lo que había. Más tarde, cuando la Play Station dejó paso a su secuela, el boom ya no fue tanto para mí, más que nada por la entrada de la facultad y la negativa (agradecida, la verdad) de mis padres por comprarme una consola nueva, me dijeron que o ahorraba para comprármela o nada. Y la verdad, es significativo que hasta entonces sólo haya tenido una Game Boy Advance (qué timo) y una Nintendo DS, que aún es mi única consola en la actualidad.
Esto no pretende ser un texto anti-consola, esa no es mi intención, ni por asomo. Es un texto que revela y reafirma que hay dibujantes que no sacan a relucir todo su potencial porque hay otros modos de divertirse en la actualidad más sugerentes y adictivos. No le pasa a todo el mundo, sólo a la gente como yo, que somos incapaces de soltar un juego hasta que no nos lo hacemos y así, zas, saltar sobre otro. Es por ello que he evitado, desde que jugué por primera y última vez al Lineage, los juegos de rol online, ya que esos no tienen límite y además sus posibilidades son infinitas.
Hoy en día, aparte de los Tales of Monkey Island (un día tengo que hablar de ellos, me tienen "enamorao"), juego de vez en cuando a la Nintendo DS cuando hay algo interesante que me llama la atención (que antes era mucho, pero ahora ya no tanto). Aunque no descarto una de las grandes en algún futuro. Espero tener más voluntad para entonces.
Y por último, pero más importante, quiero dedicarle todo este tocho (¿de verdad te lo has leído?) a mi amigo Fran, que hoy cumple 23 años (saluda, saluda) y espero que todo le vaya bien en este año que presenta tantos cambios.
Lo dicho: ¡Felicidades Fran!
P.D. Este dibujo se lo hice a una amiga, pero está basado en el archiconocido World of Warcraft, que tanto le gusta a mi colega cumpleañero. Cabría destacar que NO está acabado, aún le faltan las sombras, luces y demás. Cuando esté al 100% lo subiré a mi Deviantart y avisaré por aquí.
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