
Muchos comparan Enterrado con 127 horas, ya que ambas se aprovechan de la calidad de sus actores protagonistas, los que hasta el momento solo habían realizado papeles secundarios y ahora por fin tienen la oportunidad de resarcirse con papeles protagonistas en los que lo han dado todo. Además, ambas narran una historia que sucede en un mismo lugar, sin enfocar otros y con una ausencia bastante notable de secundarios. Sin embargo, me atrevo a decir que la película que nos ocupa tiene en realidad mucho más parecido con Última Llamada de Joel Schumacher, ya que ambas poseen a un protagonista metido en una situación en la que no pueden salir y ambos cuentan con un teléfono o un móvil para contactar con el exterior. Es más, las dos historias tratan el terrorismo desde un enfoque más ambiguo y, por si fuera poco, también tienen en común una crítica contra la burocracia y la hipocresía del mundo occidental. Lo que sí es cierto es que Enterrado tiene más mérito por centrarse en un lugar aún más inaccesible y con muchos menos rincones con los que lucirse. No salirse en ningún momento de las seis paredes de un ataúd no es cosa fácil, y es ahí donde reside el principal encanto de la película.

Pese a todas estas virtudes, no es la joya que me han intentado vender. Cierto es que las críticas, cuando son demasiado positivas, pueden llegar a ser una lacra para la percepción más objetiva de quien las ha leído. Pero en mi caso, creo sinceramente, que pese a la premisa, la dirección y al buen hacer del actor principal, el guión es bastante pobre y echa un poco por tierra (y nunca mejor dicho) la genialidad del largometraje. Y es que no es creíble, todo lo que Ryan lo es, no lo es el argumento ni los diálogos. Justamente donde acertaba Última Llamada, fracasa esta película. Incluso haciendo comparaciones con 127 horas, Boyle lo que hizo fue aprovechar los sueños y todo misticismo abstracto para no aburrir, Cortés (director de este filme) lo que hace es utilizar las llamadas para hacer más interesante el relato. Pero por desgracia, no hay mucho que contar y la trama se vuelve realmente forzada y olvidable. El protagonista no posee nada destacable, ni en cuanto a historia ni en carácter. El giro supuestamente sorprendente llega tarde y resulta torpe, tanto como la crítica que se pretende realizar, de la que hacen tanto hincapié en todos los aspectos que acaba siendo insultante. Además, el sentimiento de claustrofobia se va perdiendo paulatinamente. Al principio nos agobia la perspectiva y la ambientación, pero después las llamadas nos hacen despistarnos de la situación y se olvidan de todos los detalles, el protagonista tiene tantos elementos a su disposición que al final nos acabamos relajando hasta el mismísimo final.
Un final que, dicho sea de paso, es la contraposición total de 127 horas, ya que mientras una es una oda a la vida y a la supervivencia, la otra parece una rendición a una de las peores situaciones posibles. Todo esto no sería tan grave si al menos el filme resultara convincente o memorable. Por desgracia, al menos para mí, no es el caso.
5 comentarios:
A mí tampoco me convenció en el momento de su estreno, pero cuando escribí la correspondiente crítica en mi blog me quedé solo. Pensaba que era el único nadando contra corriente... hasta ahora.
Oh dios, por fin, yo también empezaba a creer que era el único al que se le ocurría mil formas de mejorar un guión tan chusco. Bueno, al menos en mi opinión.
He ido corriendo a buscar tu reseña, a ver qué decías tú en ella y... joder, es que es verdad el maniqueo y el evidente adoctrinamiento. Si es que solo cierta llamadita de la empresa que despide al protagonista ya es para decir: -Sí hombre, y además comen niños vivos. Joder, es que se pasaron tres pueblos.
Y así con muchos detalles más, pero no quiero destriparle demasiado la película a nadie.
¡Chicos, formemos un club! Yo en mi reseña le di 1 estrella, así que imaginaos lo que me gustó.
Lo vuelvo a repetir: partiendo de lo experimental escogieron el camino más fácil y el convertir el ataúd en un catalizador de los males de la sociedad occidental es de lo más risible (y español).
Hey, puedo ponéroslo aún más difícil: La Red Social tampoco me gustó.
Int, curiosamente el guión es de un yanqui. XD
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