Erase una vez, Atlantic City en los célebres años 40. La ley seca es acogida con cierta frialdad pero también con cierto regocijo por parte de un pequeño sector de la población de la ciudad. En medio de todo, está el inefable y carismático Nucky Thompson, hombre de recursos cuya control de los negocios cubre más terreno de lo que uno podría llegar a imaginar. Tanto, que hasta la vida de algunas personas, secundarios de la serie, está condicionada por sus actos. Es algo así como el ser imperfecto que, sin embargo, lo cambia todo sólo por estar ahí presente. Sus ambiciones son tales que hasta el espectador se siente aturdido por su forma de proceder y hablar, para posteriormente sorprender mucho más su humanidad.
A grandes rasgos, esto es Boardwalk Empire. No es que gire exclusivamente alrededor de la figura del citado Nucky, pero desde luego todos los personajes están condicionados por sus acciones. Y son muchos los secundarios de gran interés que se pasean por la serie, algunos tan notables como el mismísimo Al Capone. Esta adaptación de la novela de Nelson Johnson comienza fría, incluso impersonal, como si la dirección de Martin Scorcese (director del episodio piloto) fuera más un gozo visual que una forma notable de contar la historia. Al principio hay tal amontonamiento de sucesos que uno no sabe muy bien cuál es la trama central. Sólo se sabe que hay numerosos personajes, unos más importantes que otros, con mucha historia detrás y mucha ambición, hasta en aquel que parece a simple vista más noble y altruista. La ambigüedad es la protagonista, sin duda, ya que se entienden las intenciones y aunque no se disculpen, por lo menos reciben un mínimo de comprensión al identificarnos con la situación en la que viven.
Lo que nos lleva al rasgo más positivo de esta temporada: La impresionante ambientación y aún más sobresaliente recreación de esa ciudad costera en aquellos interesantes años. Resulta curioso ver en una serie de HBO todos esos ingredientes que jamás han echado atrás a la cadena en un contexto tan bien aprovechado, no hay tema tabú para la serie, aunque de eso ya estamos más que acostumbrados a estas alturas. Cabría recalcar también que, esa frialdad de la que se hablaba en el anterior párrafo, desaparece por completo pasados algunos capítulos. Los personajes tienen tal tridimensionalidad que al final es imposible no caer rendido ante ellos. La trama mafiosa de corrupción y extorsión acaba en un impredecible segundo plano, no es lo que más ha importado en esta ocasión, ni muchísimo menos. Ahí se nota la mano de Terence Winter, que lejos de querer ofrecer un espectáculo de balas y sangre ha preferido ofrecernos un drama fascinante con personajes a la altura de las circunstancias, dispuestos a todo y despojados de todo tópico.
Resumiendo, Boardwalk Empire no sorprende por ofrecer una buena historia de mafia y corrupción, que la tiene, sino por transmitirnos una serie de situaciones en donde nada es lo que parece y donde se comprueba que resulta muy sencillo caer en la tentación de la corrupción y el pecado. Al final, eso es lo que ha sido esta temporada: una destrucción abismal del sueño americano. Y aunque no haya sido todo lo fascinante que podría ser en su primera mitad, la otra nos convence con creces de que estamos en una gran serie que todavía tiene que despegar. Y lo mejor de todo es que nos deja convencidos de que lo mejor está por llegar y que, además, llegará.
4 comentarios:
Hola. Yo también sigo esta serie. Y a ti desde hace tiempo, aquí y en PAMMHG. Creo que escribes genial y tienes un punto de vista muy maduro sobre las cosas. Hace tiempo que me gustaría tener tu mail o tu MSN, pero como sólo soy una lurker en el foro no puedo. xD. Bueno, de todas formas, enhorabuena por el blog y sigue así.
Una admiradora noctámbula :P
Mira que soy tonta y despistada. Me muero de la vergüenza. Es la primera vz que me fijo en que tienes el perfil de Facebook con la dirección. Espero que no te importe si te agrego. Y perdona mi torpeza.
Agrégame, sin problemas. Y gracias por seguirme y de que te guste lo que escribo. Me alaga un montón.
A ver si hablamos por MSN, que de Boardwalk Empire apenas puedo hablar con nadie.
Esta es sin lugar a dudas, una de las mejores series que hay en la actualidad y por obvias razones es de mis favoritas, la forma en que narran la historia y la exactitud con la que recrean los Estados Unidos de años 20 atrás me encanta. La serie Boardwalk Empire en mi opinión es de las mejores series que hay actualmente en la televisión y espero con ansias su nueva temporada
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