lunes, 25 de julio de 2011

Ultimate Comics Spiderman #5 a #7: Amor corrompido

Resulta sorprendente que exista una serie que lleve ya la friolera de más de 150 números con un mismo guionista que nunca se permita bajar la guardia, manteniendo a los personajes de la misma interesantes y variables en todo momento con situaciones siempre frescas y sorprendentes. Estoy hablando, claro está, de Ultimate Spider-man, una colección que tiene ya más de 10 años y sigue siendo todo un referente para todos aquellos guionistas que busquen escribir adolescentes. Por no decir que es el único título de la línea Ultimate que es digno de ese nombre, ya que está absolutamente despegado del universo tradicional y posee su propia idiosincrasia, con un protagonista carismático y unos secundarios fascinantes, así como unos villanos enormemente impredecibles.

Sin ir más lejos, ahora la casa de tía May parece la tribu de los Brady de los superhéroes, ya que en ella habitan tanto el Hombre de Hielo como la Antorcha Humana junto a Peter Parker y su novia Gwen Stacy. May, que parece ya cómoda con la situación, sigue fiel a su carácter altruista y ahora intenta llevar una casa que nunca es aburrida. Este status quo lleva tiempo en la serie, desde el último número 1, pero hasta ahora no había sido tan interesante, ya que por fin ha hecho acto de presencia la versión del Camaleón de esta línea y no es precisamente una que ninguno imaginara. Es más, antes de siquiera aparecer el sosías de Peter, Kitty Pryde es expulsada a la fuerza del instituto por un grupo de agentes del gobierno que ahora no permiten mutantes en las aulas. Esto propicia un cambio de carácter en la ex-novia de Spiderman que posee un enorme potencial y se desmarca, aún más si cabe, de la versión original.

Pero nada de esto sería tan genial sin unos diálogos tan mordaces y realistas, con unos adolescentes genuinos, captados al milímetro por un Bendis inspiradísimo, haciendo notar que esta debe ser, sin duda, la serie que más disfruta escribiendo. Los percances por los que pasa la nueva familia del protagonista por culpa del camaleónico villano, cada vez más sorprendido por el hallazgo inesperado de la nueva identidad, son de lo más divertidos, aunque no estén exentos de cierto dramatismo adolescente. Además, los pensamientos del sosías resultan de lo más ingeniosos, siempre cuestionando la vida de Parker y todo lo que podría tener si lo deseara, aludiendo a la ingenuidad adolescente. El final, por otro lado, está cargado de emoción e intriga, ya que esta es una de las pocas series de superhéroes en las que es difícil adivinar qué vendrá a continuación. Y a juzgar por el epílogo que muestran en el último número, es indudable el hecho de que la colección solo puede ir a más.

En definitiva, que si quieres seguir una serie de superhéroes al estilo clásico pero un enfoque moderno y atractivo apto para todos los públicos, esta es tu serie. Apta tanto para fans de siempre como nuevos, no se me ocurre una colección mejor que recomendar a cualquiera. Y esta saga es una gran muestra de ello.

sábado, 23 de julio de 2011

Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 2

Al fin ha acabado una de las sagas más longevas y fructíferas en taquilla que jamás hayamos presenciado en la gran pantalla. Cierto que todavía tendrían que sacar muchas más secuelas para alcanzar el número de entregas de sagas como las de James Bond o la mayoría de las que existen de psychokillers. Pero de lo que no cabe duda es de que no existe ninguna con una trama central más larga que esta. Curiosamente, esa es su mayor virtud, convirtiéndose también en su mayor defecto. Ahora que he podido ver toda la historia, me gustaría comentar no solo esta película en sí, sino extenderme con el resultado de todo este ambicioso proyecto de Warner Bros para adaptar estos famosos best-sellers. Eso sí, quiero aclarar desde un primer momento que pienso centrarme en la crítica de las películas, ignorando por completo el tema de fidelidad con los originales sobre todo porque los desconozco y por ello quisiera valorarlos como largometrajes y por la calidad que poseen por sí mismos.

Por tanto, llegamos a la gran batalla final. Por un lado los magos de Voldemort y por el otro los que se unen a la causa de Harry Potter, con Hogwarts de escenario. Una guerra de magia que consigue unos tintes épicos bastante impredecibles en esta saga, hasta tal punto en que los efectos especiales son asombrosos y consiguen transmitir todo el poderío de tan experimentados hechiceros. La crudeza y la muerte se convierten en elementos casi omnipresentes para los adolescentes que se ven inmersos en tal maremágnum de conspiraciones y ambición. Conocemos por fin las intenciones y el pasado de Severus Snape, los planes iniciales de Dumbledore y finalmente veremos a nuestro protagonista liderando la función junto a sus estimados e infatigables compañeros. Algunas escenas son de infarto, sobre todo las protagonizadas por pesos pesados de la interpretación como el inspiradísimo Alan Rickman (como Severus, que realmente hace suyo el personaje), Ralph Fiennes (al menos físicamente, porque si no me equivoco el doblaje le ha hecho un flaco favor) o la carismática Maggie Smith, que en pocos minutos consigue arrancarnos varias sonrisas.

Por eso, siendo una película ciertamente digna, me fastidia enormemente que arrastre siempre los mismos defectos sin conseguir jamás desprenderse de ellos, siendo el más notorio, el más grave, el propio actor protagonista. Y es que Daniel Radcliffe es inadecuado para un papel de tanta responsabilidad como el que posee, con gran porcentaje de minutos en pantalla. Este defecto es excusable por parte de la gente del casting, y es algo inevitable porque para una saga como esta jamás se podía predecir si aquel pequeño de cara simpática y cierta naturalidad podía ser bueno o no en su adolescencia, pero no deja de ser evidente que Radcliffe no posee en absoluto el carisma necesario para sobrellevar un peso dramático como el de este personaje. Por lo que incluso nos llega a dar igual lo que le pase, solo vemos a un chaval siempre perdido, siempre con la misma expresión de incredulidad y pesimismo, sin presencia alguna y muy por debajo de los demás en arrojo o valentía. Debido a esto, resulta hilarante ver cómo todo el mundo lo adula o se pone de su parte tan fácilmente, nunca resulta creíble y se echa mucho de menos algún discurso o algo que simplemente dé a entender la aparente grandeza de alguien que solo recibe adulaciones.

Si a esto le sumamos el cargo de recadero que arrastra a lo largo de todas las películas, sin anticiparse jamás a nada, no cabe duda de que es imposible tomarse en serio a este personaje, siendo uno de los protagonistas más endebles que se han visto en la gran pantalla. Rupert Grint y Emma Watson, sin destacar demasiado, se convierten a su lado en intérpretes dignos de una adaptación de una obra de Shakespeare. No cabe duda de que es todo un problema, pero no el único, ya que el otro podría ser la ingenuidad general que arrastra, sobre todo, esta entrega. Se supone que es la parte más adulta, la más intensa, la más dramática. Pero por desgracia, nada de esto pareció importar demasiado al director, David Yates, más centrado en la acción y la épica, nunca en los personajes. Los amores se suceden porque parecen predestinados, la lealtad inquebrantable no se consigue con esfuerzo alguno y resulta triste ver a personajes como Draco Malfoy tan espantosamente desaprovechados. Por no decir que hay un halo de ingenuidad siempre presente, con mensajes tan poco inspirados como el constante "siempre estarás con nosotros" que vemos repetido hasta el hastío en este largometraje. Lo adulto no significa mostrar muertes u oscurecer la fotografía, sino que tiene que ver con el tratamiento de los personajes. Sé que tampoco se puede pedir mucho en una serie de novelas que empezaron siendo infantiles, pero no por eso es excusable tal descuido.

En definitiva, no es que sea un completo desastre, ni mucho menos, pero a un servidor le pesan mucho más los defectos que las virtudes en esta saga fílmica que ha calado tan hondo en gran parte del colectivo al que ha ido destinada. No porque sean malas películas, sino porque no siento que posean nada en especial, salvo quizá el personaje de Severus Snape, que con solo una triste mirada en la introducción de esta película final ya consigue emocionar más que Harry en todas las escenas de las ocho entregas.

viernes, 22 de julio de 2011

Vengadores Vol. 4 #1 a #6 - Los próximos Vengadores

Lo digo claramente desde el principio: aborrezco las historias de viajes en el tiempo. Son un descalabro en la mayoría de los casos, confusas y normalmente incoherentes, siendo realmente sencillo caer en la paradoja de turno que lo hunde todo. Sin embargo, confieso que cuando están bien hechas suelen leerse con agrado, interés y mucha curiosidad, ahí está la primera entrega de Regreso al futuro o la saga de X-men: Días del futuro pasado para demostrarlo. Por eso, cuando me dijeron que el guionista Brian Michael Bendis iba a meterse en el berenjenal de los viajes temporales, confieso que lo primero que sentí fue un sudor frío por la espalda. No sabía lo que me iba a encontrar en esta primera saga del título Los Vengadores, a secas, por primera vez en muchos años.

Sin entrar demasiado en detalles para no destripar nada relevante de la trama, diré que la cosa va sobre el retorno de Kang el conquistador, pidiendo ayuda porque los Próximos Vengadores, que vienen a ser los hijos de éstos en un futuro alternativo (sacados de una película de animación, por cierto), quieren asesinarlo y así destrozar el tejido temporal para siempre, provocando peligrosas mezclas entre dimensiones que podrían destruir la realidad misma. Para ser la primera aventura de este "nuevo" grupo, la verdad es que no podría ser más peliaguda.

Y lo cierto es que Bendis se las apaña para salir del paso con buena nota. El ritmo es quizá un poco torpe y existen demasiadas situaciones creadas solo para "molar" y poco más. Pero la historia en sí, la base y sobre la todo la forma en que está contada con esos saltos en el tiempo que tanto gustan al guionista funcionan a las mil maravillas. Por tanto, al final lo que encontramos es una saga quizá demasiado enrevesada para lo que es, pero sólida y repleta de momentos brillantes, en los que destaca sobre todo una solución final en forma de conversación que podría ser algo anticlimática para algunos, pero que no deja de ser ingeniosa y coherente con lo que nos contaban. Lástima que el dibujo venga de cargo de un John Romita Jr. muy poco inspirado y muy mal entintado por Klaus Janson, que resulta demasiado tosco y confuso en según qué viñetas (las grandes batallas se convierten en jeroglíficos donde todo se superpone sin perspectiva alguna), lo que no beneficia en absoluto a la trama. Menos mal que, pese a todo, sigue siendo un excelente narrador.

En otras palabras, Bendis se adapta bien al estilo clásico del título, ofreciendo una amenaza grandilocuente y mostrando situaciones peliagudas más allá del toque callejero del que nos tenía acostumbrados. Pero eso sí, sin abandonar su estilo. Por lo que la mezcla funciona, aunque no termina de cuajar del todo.

miércoles, 20 de julio de 2011

Secuestro en una quedada de Alicante

A esto que se presentaba una mañana harto aburrida que, de repente, me vino la inspiración: ¿por qué diablos tengo un blog en el que solo cuelgo reseñas y críticas cuando el subtítulo del mismo viene a decir: dibujos, críticas, artículos y paranoias varias? No tiene mucho sentido, ¿verdad?

Por eso, dado que este sábado 16 de julio del 2011 tuve la suerte de colarme en una quedada en la que conocí a gente interesante (peloteo, peloteo) perteneciente a la muy aconsejable web Subcultura, en la que compartimos varios dibujos, voy a aprovechar para colgar algunos de los que yo hice para demostrar que, pese a la ausencia de novedades de los mismos en el blog desde hace ya mucho tiempo, no he perdido mucha habilidad. Y ya de paso, suplo esa ausencia demasiado tiempo alargada:


Esta fue una ilustración para rafanas, un dibujante muy interesante que realiza tiras cómicas en la web antes citada. Clickar en el enlace de su nombre para verlas, no os arrepentiréis. Os recomiendo sobre todo Gamerzs.


Esta imagen fue para byAtx, una compañera de la facultad y la culpable del "rapto", ya que fue con quien decidí quedar para saludar y gracias a ella me encontré todo aquel tinglado montado.


Y finalmente, porque no he tenido ocasión de conseguir más dibujos, tenemos a mariods, uno de los que más me sorprendieron. Primero por su estilo y su habilidad con el dibujo, y luego por todos sus conocimientos sobre Bruguera, autores españoles y demás. Impresionante. Tanto como su trabajo junto a Nubis (guionista que también estuvo en la quedada) en la serie de tiras cómicas Irregular Elis, que creo que es MUY recomendable.

Podría mencionar a todos los artistazos, pero creo que lo iré haciendo poco a poco, a medida que vea sus trabajos y pueda mostrar los míos. En todo caso, fue muy interesante y productivo, no me importaría en absoluto repetir.

Espero que os gusten los dibujos y, sobre todo, los enlaces. No olvidéis visitarlos. Próximamente volveré con algunas críticas de cómic.

martes, 5 de julio de 2011

Alexander Revisited - The Final Cut

He tenido la maravillosa suerte de que me recomendaran esta película no en su versión normal lanzada a los cines, que es por desgracia la que se conoce por estos lares, sino por la versión del director que no han sacado todavía en este país, ojalá se plantearan seriamente el sacarla porque yo la recomendaría y la compraría seguro. Y es que, por lo que me han contado, la versión de Alejandro Magno que emitieron en nuestras salas de cine y en las de todo el mundo el día de su estreno, fue una versión mutilada de lo que realmente quería contarnos Oliver Stone (que tardó muchos años en desarrollar el guión, ya que es un proyecto que desde siempre deseó realizar) sobre este enigmático y complejo personaje. Solo con deciros que cambiaron todo el montaje original ya debería convenceros a ver esta versión que además cuenta con casi una hora de película más que está muy lejos de ser prescindible. De hecho, me atrevo a decir que, tras ver la película y enterarme de todo lo que quitaron y cambiaron, nada sobra y nada falta en toda su extensión, porque me parece que posee una estructura muy interesante que juega con los paralelismos entre algunos sucesos de la vida de Alejandro Magno.

Digo más, si hay algo que no soporte en una película histórica es la linealidad a la hora de narrar la vida de algún personaje. No soporto los filmes que cuentan con pelos y señales todos los detalles de la vida del que normalmente es el héroe de la Historia, pretendiendo así implicar emocionalmente de forma forzada al espectador. Con Alejandro Magno tenemos la suerte de que no se regodean en cualquier cosa, sino que realizan un análisis psicológico de tan complejo conquistador a partir de una serie de acontecimientos que tienen mucha relevancia entre sí. Adelantado a su tiempo, incomprendido, contradictorio en su causa, creado psicológicamente a partir de historias de antiguos héroes y dioses y, sobre todo, seguidor obstinado de sus propios sueños hasta el punto de quedar apresado por ellos. Todo eso y más se puede sacar de este completísimo biopic, que ensalza su figura sin renunciar a sus errores, sin convertirlo en una divinidad y sin cometer el error de juzgarlo. Todo esto con unos saltos en el tiempo que sirven para desarrollar sin prisa pero sin pausa cómo todas sus enseñanzas fueron cruciales para llegar a convertirse en lo que fue.

Por si todo esto fuera poco, pese a sus tres horas y media de duración, la película se pasa volando aún mostrando solo dos batallas mal contadas. Pero qué batallas, señores, sacando a relucir todos los flancos y exponiendo la magnitud de tales carnicerías de las que no se cortan un pelo, destacando la de Gaugamela, que ocurre casi al principio de la película y contemplamos literalmente a vista de águila en unos determinados planos muy sugerentes. Por lo demás, el resto de la película se mueve entre fascinantes diálogos y admirables monólogos, entre los cuales sorprenden los de Ptolomeo en su vejez (interpretado por Anthony Hopkins), quien es precisamente el narrador de la historia. Sabiendo todo esto, queda claro que no es una película para todos los paladares. Si se busca la típica superproducción de acción constante que presenta al típico héroe taimado sin fisuras, aquí no la va ha encontrar nadie, porque es otro tipo de filme, uno que se dedica a desmenuzar cada una de las inquietudes de la figura histórica que da nombre a la obra y que además lo hace desde la perspectiva de un hombre de la época. Nada de mezclas extrañas con la moral cristiana o expresiones actuales fuera de contexto. No, estos personajes son los más auténticos que he podido ver en una película de estas características, hasta el punto en que hablan de la bisexualidad con total naturalidad. ¡Al fin un filósofo griego antiguo que suena como tal!

En resumen, una película que creo incomprendida, injustamente vilipendiada y muy recomendable, sobre todo en su versión extendida. Creo que difícilmente se podría hacer un retrato mejor de Alejandro Magno.

domingo, 3 de julio de 2011

El Cristal Oscuro - Esa pequeña obra de arte

Lo cierto es que sería adecuado mencionar que soy fan de Jim Henson desde que tengo uso de razón. De hecho, una de las primeras películas de imagen real que recuerdo ver es precisamente Dentro del laberinto, y en ella ya pude disfrutar de sus tan imaginativas y sorprendentes marionetas. Habiendo visto el Show de los Teleñecos, algunas de sus películas, los famosos Fraggle Rock y el omnipresente Barrio Sésamo, la verdad es que El Cristal Oscuro era mi asignatura pendiente en tal excelsa filmografía. Por ello, esta crítica no está realizada por un fan nostálgico que recuerde el filme con cariño, puesto que el primer visionado lo tuve recientemente, pero la verdad es que no me resulta difícil emocionarme con el ingenio y la "magia" de las obras artesanales de Henson, y menos cuando sumamos a Frank Oz a la lista, muy importante en mi infancia gracias a películas como La Tienda de los Horrores o Los Teleñecos conquistan Manhattan. No cabe duda de que mi predisposición a la hora de enfrentarme a este filme era inmejorable.

Lo curioso es que, sin embargo, al principio estaba algo decepcionado por lo que me encontré en los primeros minutos. Un ritmo algo lento, una trama muy manida, mucho maniqueo en los malos (rematadamente malos) y los buenos (ingenuamente benévolos) y unas animaciones faciales de las marionetas que dejaban mucho que desear. De hecho, en algunas ocasiones son demasiado rígidas y nunca da la impresión de que sean ágiles, por ello algunas escenas de acción se resienten un poco. Además, nunca he soportado demasiado las historias sobre la luz y la oscuridad o sobre la dualidad del bien sobre el mal, y el redundante tema de "el elegido que equilibrará el orden del mundo" siempre me ha resultado extremadamente aburrido. Y que nadie se engañe, el Cristal Oscuro va precisamente de eso, de dos razas absolutamente contrapuestas: los Místicos y los Skeksis, que fueron una sola hasta que el Cristal se fragmentó. Como cabe esperar, los primeros son maravillosamente pacíficos y los segundos la peor escoria imaginable. Tanto, que incluso presentan la primera diferencia en este tipo de largometrajes de fantasía supuestamente infantiles: son tan repulsivos y cometen actos tan siniestros que son capaces de estremecer hasta a un adulto.

Es precisamente en eso último donde vemos la maestría de Henson y Oz. Ambos sabían que no estaban contando algo nuevo, sino que estaban mostrando una clásica historia bajo un prisma distinto, siendo esa la verdadera "magia" del filme. Y es que nunca se ha visto un mundo tan sugerente y tan "vivo" como este, con tantísimos elementos en movimiento, una fauna tan dispersa, unas localizaciones tan variadas y una imaginación tan desbordante. Cierto es que deberíamos estar más que acostumbrados, habiendo visto películas como la célebre trilogía del Señor de los Anillos o Avatar, pero lo que consiguen aquí es mostrar un trabajo artesanal tan rico en imaginación y belleza que deslumbra y consigue algo único: una fantasía de auténtico cuento. Ese último adjetivo es el que mejor define el largometraje, ya que todo sabe a auténtico, a único pese a la falta de originalidad de su premisa. Es la historia de siempre, pero sabe diferente, y por ello emociona y embelesa, permaneciendo en el recuerdo, como si hubieses imaginado un relato primario contado por un marionetista talentoso y genial.

Y solo por ello merece la pena verla, retrotrae a la infancia y consigue lo imposible: que una premisa que odias se vuelva interesante. Una maravillosa película de culto, irrepetible por mucho que el CGI actual pueda mover mejor a los personajes. El encanto no será nunca el mismo.

viernes, 1 de julio de 2011

Fringe - Temporada 3

Lo de esta serie empieza a ser un "quiero y no puedo" constantes. Cosa que molesta en grado sumo, porque realmente tiene momentos tan brillantes que la hacen magnífica, única y más que memorable. Pero por desgracia, en todas las temporadas siempre hay algo que impide que brille con toda la intensidad que podría. Por ejemplo, en la temporada anterior hay capítulos que se podrían tildar de auténticas obras maestras de la televisión, con actuaciones maravillosas, unos efectos impresionantes, un guión a prueba de balas y una tensión admirable. Montones de adjetivos altisonantes que no hacen justicia a unos episodios, en serio, asombrosos. Y sin embargo, si se analiza la temporada en su totalidad, podemos encontrar que no todos mantienen el nivel, de hecho muchos ni se acercan, por no decir que los hay que incluso sobran por completo. Lo comenté antes y lo repito ahora: Fringe tiene el grave problema de poseer demasiados episodios por temporada, veintidós son una barbaridad para lo que se avanza en la trama principal, y se nota que los guionistas hacen carambolas para poder rellenar espacio, haciéndolo muy bien algunas veces y molestando en otras. En esta tercera temporada, sin embargo, el ritmo es el mejor de todos los mostrados hasta el momento.

De hecho, se podría decir que en esta ocasión la trama avanza con mucha menos torpeza, tiene mucho más que contar y además da la impresión de que no hay apenas relleno, o al menos no ofrece esa incomodidad de estar viendo algo para "salir del paso" mientras lo bueno se pospone. Además, al no haber ya tanto que desvelar, la cosa está mucho más interesante, y el status quo de los personajes ha variado muchísimo, con sorprendentes giros y un excelente tratamiento en cuanto a la personalidad de estos. Digo más, Tanto Walter como Olivia están brillantes en esta temporada, el primero porque debe afrontar la supuesta muerte de un viejo amigo (y sus regresos, aunque esta es la clase de spoiler en la que el "cómo" importa mucho más que el "qué" pasa) y la segunda porque debe superar la terrible suplantación que acomete su sosias del "otro lado". Por ello, los primeros doce capítulos son de lo mejor, alternando universos y ahondando en la personalidad de los protagonistas, avanzando en la trama central y profundizando en lo que todavía está por llegar. Si tuviéramos que basarnos solo en ellos, sin duda podríamos decir que son de lo mejor que ha dado la serie hasta el momento: vibrantes, tensos, dinámicos, emocionantes... Lo tienen todo.

Pero a partir de ahí, la cosa se diluye. De repente la serie parece ir por otros derroteros y se vuelve demasiado fantástica, sobre todo porque pierde la mesura con la que trataba la ciencia ficción, siempre con explicaciones muy sesudas e ingeniosas (por no decir muy divertidas cuando las expone el viejo Walter), que aquí brillan por su ausencia, sacándose de la manga conceptos que suenan más a magia que a la "fringe science" que da nombre a la serie. Dicho de otra manera: la supresión de incredulidad se vuelve más frágil, habiendo momentos en los que parece que estemos viendo una serie distinta. Nada de esto sería tan grave si se tratara de un caso puntual, pero por desgracia afecta al final de la temporada, en donde los guionistas se sacan de la manga un "deux ex machina" literal con el que se permiten explicar y solucionarlo todo dejando además otros cabos sueltos bastante menos interesantes que los que teníamos hasta el momento. En otras palabras, era el momento de mirar hacia delante y no preocuparse por marear aún más la perdiz, pero parece que no pudieron resistirse a la hora de tirar por lo segundo.

Pese a todo, sigue siendo una serie muy recomendable, sobre todo porque todavía cuenta con algunos capítulos magníficos y unos muy buenos personajes y efectos especiales. Lástima que, habiendo arreglado los problemas de ritmo, fracase precisamente a la hora de desarrollar la trama principal. Un error que acaba siendo peor que el otro y que espero que sepan solventar para la continuación. Porque... ¿continuará, verdad?