Resulta sorprendente que exista una serie que lleve ya la friolera de más de 150 números con un mismo guionista que nunca se permita bajar la guardia, manteniendo a los personajes de la misma interesantes y variables en todo momento con situaciones siempre frescas y sorprendentes. Estoy hablando, claro está, de Ultimate Spider-man, una colección que tiene ya más de 10 años y sigue siendo todo un referente para todos aquellos guionistas que busquen escribir adolescentes. Por no decir que es el único título de la línea Ultimate que es digno de ese nombre, ya que está absolutamente despegado del universo tradicional y posee su propia idiosincrasia, con un protagonista carismático y unos secundarios fascinantes, así como unos villanos enormemente impredecibles.
Sin ir más lejos, ahora la casa de tía May parece la tribu de los Brady de los superhéroes, ya que en ella habitan tanto el Hombre de Hielo como la Antorcha Humana junto a Peter Parker y su novia Gwen Stacy. May, que parece ya cómoda con la situación, sigue fiel a su carácter altruista y ahora intenta llevar una casa que nunca es aburrida. Este status quo lleva tiempo en la serie, desde el último número 1, pero hasta ahora no había sido tan interesante, ya que por fin ha hecho acto de presencia la versión del Camaleón de esta línea y no es precisamente una que ninguno imaginara. Es más, antes de siquiera aparecer el sosías de Peter, Kitty Pryde es expulsada a la fuerza del instituto por un grupo de agentes del gobierno que ahora no permiten mutantes en las aulas. Esto propicia un cambio de carácter en la ex-novia de Spiderman que posee un enorme potencial y se desmarca, aún más si cabe, de la versión original.
Pero nada de esto sería tan genial sin unos diálogos tan mordaces y realistas, con unos adolescentes genuinos, captados al milímetro por un Bendis inspiradísimo, haciendo notar que esta debe ser, sin duda, la serie que más disfruta escribiendo. Los percances por los que pasa la nueva familia del protagonista por culpa del camaleónico villano, cada vez más sorprendido por el hallazgo inesperado de la nueva identidad, son de lo más divertidos, aunque no estén exentos de cierto dramatismo adolescente. Además, los pensamientos del sosías resultan de lo más ingeniosos, siempre cuestionando la vida de Parker y todo lo que podría tener si lo deseara, aludiendo a la ingenuidad adolescente. El final, por otro lado, está cargado de emoción e intriga, ya que esta es una de las pocas series de superhéroes en las que es difícil adivinar qué vendrá a continuación. Y a juzgar por el epílogo que muestran en el último número, es indudable el hecho de que la colección solo puede ir a más.
En definitiva, que si quieres seguir una serie de superhéroes al estilo clásico pero un enfoque moderno y atractivo apto para todos los públicos, esta es tu serie. Apta tanto para fans de siempre como nuevos, no se me ocurre una colección mejor que recomendar a cualquiera. Y esta saga es una gran muestra de ello.
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