La criatura llega a una aldea con verdura en sus huertos y leche con queso en las ventanas. Entra en una de las casas, unos niños chillan, una mujer se desmaya y los pueblerinos persiguen al monstruo con objetos arrojadizos.
Dentro de la casa del ciego, la criatura trata de aferrarse a las piernas de éste, pero el hijo le azota con un palo mientras la mujer se desmaya de la impresión.
La composición no varía demasiado, buscaba una vista desde el suelo, un poco en escorzo y para mí era importante poner al monstruo indefenso, totalmente asustado, pues todavía era joven en esta parte del relato y no entendía la violencia. Aparte, quise hacer al muchacho como si fuera el típico rubiales, aunque al final no se aprecie demasiado en la imagen final por culpa del hombro. Nótese la iluminación proveniente de la puerta abierta y el bastón del ciego en la mecedora, para dar un mayor énfasis en la condición del mismo.
Mañana... La escena siguiente.
Si aun no has leído el libro aún estás a tiempo a corregir ese error.
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