sábado, 25 de septiembre de 2010

Celda 211 - El síndrome de Estocolmo

Últimamente parece que estoy acertando (también gracias a recomendaciones) a la hora de ver películas españolas, porque de un tiempo a esta parte me están gustando más de lo que podría imaginar, y pensar que hace tiempo no soportaba ni que me las mencionaran. Las dos partes de REC, Agora, Spanish Movie, Pagafantas, Fuera de Carta, el Orfanato, Camino, los Cronocrímenes... Todas, en mayor o menor medida, cumplen con su propuesta y forman un grupo muy agradable de filmes provenientes de este país del que estar bastante orgulloso. Cierto es que hay pocos sobresalientes o notables altos, pero casi podría decirse que, de vez en cuando, nos llevamos alguna sorpresa como la aquí expuesta.

Y es que la Celda 211 es un filme que navega entre el thriller y el drama carcelario, muy bien desarrollado e interpretado. Gran énfasis en lo segundo, ya que no sólo tiene un ritmo bastante ágil que mantiene el interés en todo momento, sino que los actores se preocupan por mantener al espectador bien interesado por todo lo que ocurre, ya que resultan creíbles en cada una de las situaciones por las que pasan. No sólo eso, sino que también es importante la manera en que se relacionan entre ellos, las personalidades, los intereses... todo varía a lo largo de una trama a contrarreloj en donde la supervivencia se convierte en la máxima prioridad. Y es que Juan, el protagonista que se ve metido de lleno en medio de un motín carcelario bastante peliagudo, no finaliza el filme como lo empieza, por lo que me gustaría destacar no sólo la muy admirada interpretación de Luis Tosar como Malamadre (que se merece esos elogios y más) sino también la de Alberto Ammann como el mencionado Juan, que tiene uno de los papeles más difíciles y, aunque al principio parece que no va a destacar, acaba realizando una interpretación muy destacable.

Por otro lado, el interés radica en el conocido síndrome de Estocolmo, en cómo uno puede llegar a identificarse con gente tan violenta y peligrosa si sufre una experiencia que no permite la vuelta atrás. Es cierto que a veces la trama puede ser un poco maniquea (el personaje de Resines es probablemente el peor en este aspecto, malo hasta la médula), pero lo cierto es que mantiene una ambigüedad bastante aceptable que se ve presidida sobre todo por un Malamadre con el que puedes llegar a identificarte, de la misma forma que lo hace Juan. 

En resumen, no es la octava maravilla, pero por su puesta en escena, su propuesta, la efectividad de sus intérpretes y el guión, bien merece un visionado o dos. Ojalá el cine español fuera siempre así de convincente.

5 comentarios:

fer1980 dijo...

Bastante de acuerdo, una pelicula muy bien hecha con muchos momentos de tensión y que demuestra que hacer cine de género no significa que estes haciendo "menos" cine, casi al contrario.

Nemo dijo...

No está mal, pero no es para tanto. Parece que se trata de una clásica cuestión del "rey tuerto en el país de los ciegos". El conjunto es excesivamente estereotipado y los diálogos suenan impostados. Las interpretaciones no son una maravilla y todo se sustenta, como ya sabemos, sobre la actuación de Luis Tosar. A mí se me hizo larga y pasada de rosca, y al final ya casi me daba igual todo. Es un ejercicio de estilo a la americana entretenidillo, pero poco más.

Ovi-One dijo...

Yo pienso incluso al revés: Creo que este tipo de película la hacen en yanquilandia, pasa desapercibida por el fandom y enseguida es considerada una de esas joyitas por descubrir.

Yo para cerciorarme de si una película está siendo demasiado valorada por su país me lo planteo de esta forma: ¿Qué otras del género han ofrecido otros países que estén mejor que esta? A decir verdad, pocas, por no decir ninguna. Que haya visto yo, al menos, que estoy abierto a recomendaciones.

Si es que en verdad el cine, en general, en todas partes está bastante "cutrillo", pocas pelis me han gustado de verdad este año.

Nemo dijo...

Pues yo acabo de descubrir Mr. Nobody y estoy en estado de efervescencia.

Arkón dijo...

Recomiendo "Agallas" peli española del mismo año y, como pasa con ésta, se trata un género cinematográfico más tratado en América que en nuestro país: el de los mafiosos al estilo Uno de los nuestros. A mi me gustó (claro que tampoco es pa matarse) y sin embargo ha pasado mucho más desapercibida. Lo de que Celda 211 está sobrevalorada me parece cierto, pero ello no quita que sea un thriller cojonudo. Un saludo.