Adaptar los relatos de George R. R. Martin debe ser una proeza más que complicada. Esto se debe a que posee una prosa que tanto en cómic como en cualquier otro medio puede quedar forzada si se pretende ser lo más fiel posible. Lo que quiere decir que, al final, el resultado puede quedar un poco cojo en comparación con la obra original, son las dificultades de la adaptación con respecto a historias que se encuentran bien aprovechadas en su medio de origen. Sin embargo, con los Cuentos de Egg y Dunk, el escritor se mostró bastante más directo y sencillo de lo que es en los libros de Canción de Hielo y Fuego. Pese a ser narraciones que ocurren en el complejo mundo de Poniente, con todas sus Casas y todos sus reinados del pasado (ya que los sucesos se colocan 100 años atrás a los mostrados en Juego de Tronos, el primero de la saga), estas historias tienen unos protagonistas fijos que siguen una línea de acontecimientos bastante más clara, evitando que el lector deba centrarse en tantos frentes. Esa perspectiva más subjetiva permite que se pueda adaptar mejor a cualquier medio, ya que es más común para el cine, la televisión o, en este caso, el cómic.
Por lo tanto, El caballero errante es el primer tomo de esta especie de precuela de Canción de Hielo y Fuego. Se centra sobre todo en la figura del carismático Duncan el Alto, llamado vulgarmente Dunk, un escudero que pasa a ser caballero cuando se le presenta la oportunidad, buscando el éxito en uno de los grandes torneos de Poniente. Por el camino, encontrará al joven Egg, que pasará a ser su fiel escudero, del que tardaremos poco en conocer su misterioso pasado y las razones por las que está convenientemente rapado. Por lo tanto, la historia se centra en pocos personajes, y sobre todo Duncan cobra gran importancia como conductor de todos los sucesos que aquí se narran.
Esto no quiere decir que no se note la mano de George R. R. Martin en todo momento, ya que su prosa sigue presente en unas entretenidas y ocurrentes cajetillas de texto que presentan los pensamientos de este simpático personaje. Valiente pero no muy inteligente, aunque tampoco tonto, Dunk pasa a ser todo un protagonista a seguir, muy interesante, aunque no tanto como el entorno que le rodea, que es uno de los puntos fuertes del escritor: desarrollar todo un mundo creíble que no deje nada al azar y que se mueve independientemente del conductor de la historia.
Los giros se suceden por doquier, muchas sorpresas en pocas páginas y un desarrollo más que atractivo, con algunas de las mejores batallas de torneos medievales que se puedan leer en cómic, aunque en eso un servidor no tenga demasiada experiencia. Lo que no cabe duda es de que la lectura resulta amena y emocionante, quizá demasiada presentación pero muy buenos diálogos y tratamiento de personajes. Por lo tanto, la adaptación del texto que realiza Ben Avery resulta sólida y muy efectiva. Solo faltaría que el dibujo de Mike S. Miller estuviera a la altura. Y por suerte es así, aunque tiene puntos flojos como ciertos fallos de anatomía o muy poca variedad a la hora de mostrar rostros (algunos incluso se confunden, no ofrece rasgos distintivos), resulta muy espectacular en los torneos, dibuja armaduras muy vistosas y es capaz de reflejar muy bien el mundo de Poniente. No resulta difícil que el lector se sienta inmerso en tal ambiente, lo cual ya es una habilidad más que notable por parte del artista.
Lo dicho, aunque el precio sea algo prohibitivo para tan modesto formato, la verdad es que merece la pena. Los fans de Canción de Hielo y Fuego pueden acercarse sin temor, es difícil que queden decepcionados.
2 comentarios:
He pedido en mi biblioteca que lo compren, espero que me hagan caso, porque la primera miniserie la compré hace años de la mano de Devir y pagar 14 pavzos por la segunda que es lo que me interesa, ufff
La verdad es que valen un ojo de la cara. Y encima tengo el temor de que Panini reedita las miniseries en un futuro, a mejor precio y mejor formato.
Qué dura es la vida del comprador impaciente. XD
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