No cabe duda de que todavía era demasiado pronto para sacar un nuevo relanzamiento de una serie tan joven, sobre todo porque ni siquiera los autores son una novedad, ya que Bendis e Immonen llevan un tiempo en ella y ni siquiera la alienación justifica el título de la colección, pues es la misma salvo unos pocos miembros nuevos. Pero lo curioso es que este es uno de esos casos en los que poco importa la falta de novedad, ya que el equipo creativo mencionado es uno de los más notables de la actualidad, en el sentido de que juntos se compenetran a la perfección y consiguen potenciar todas sus virtudes gracias a la forma de escribir de uno y la espectacularidad del otro. Y es que Immonen es uno de los dibujantes más capaces a la hora de dibujar grupos, ya que sabe muy bien cómo dotar de personalidad a cada uno de los miembros, caracterizándolos a la perfección con las poses y expresiones adecuadas, por no hablar de su forma de distribuir la acción con composiciones de página elegantes y dinámicas. Es imposible quejarse de su labor, ya que realiza un trabajo espectacular, como viene siendo costumbre en él desde hace bastantes años.
¿Por qué empezar una reseña alabando al artista cuando normalmente se habla primero del argumento? No es por hacer de menos la labor de Bendis, pero no cabe duda de que esta saga no sería la misma sin el dibujo que la acompaña, ya que, como he comentado antes, potencia el sentido de la épica del guión, que tanto necesitaba en esta ocasión unas manos tan capaces como las del dibujante que nos ocupa. Por lo tanto, estamos ante la secuela de una aventura que ya se presentó en el anterior volumen de esta colección. El dúo formado por Stephen Extraño y el Hijo de Satán vuelve a la carga debido a una crisis mágica de proporciones mastondónticas y se ve obligado a pedir la ayuda de los Vengadores, aunque sea de una forma indirecta. Nada como comenzar un nuevo volumen con una situación tan desconcertante y peligrosa, donde muchos de los miembros del grupo apenas pueden hacer algo para detenerla. Lo mejor es el desarrollo repleto de giros argumentales que, lejos de aburrir o liar la marrana, consigue enganchar al lector de principio a fin, ya que el guionista se muestra inspirado tratando a unos personajes que le vienen como anillo al dedo, para mostrar unos diálogos y reacciones muy naturales y humanas.
Aunque lo mejor de todo es que es una aventura que habría resultado sorprendentemente adecuada para un relanzamiento del Dr. Extraño, incluso sin poseer el título de "el Maestro de las Artes Místicas". Bendis, tras haberlo hecho tan mal tratando elementos místicos en la saga "Caos", se redime con la que puede ser una de las mejores sagas que haya realizado en un título de los Vengadores. Hasta el punto en que puede que sea de lo mejor que se ha visto relacionado con Stephen Extraño en mucho tiempo (que tampoco es mucho decir), ya que se podría considerar el protagonista, debido a lo íntimamente ligado que está en los sucesos acontecidos. Es difícil decir algo más de la saga sin desvelar nada, ya que juega con las revelaciones inesperadas y las mentiras de una manera habilidosa, buscando momentos totalmente originales (como cierta transformación de Lobezno o la posesión de Cage) e ingeniosos y mostrando un final ciertamente satisfactorio. Cosa extraña en el escritor, ya que suele ofrecer desenlaces anticlimáticos, pero este no es afortunadamente el caso.
Por lo tanto, se puede afirmar que la serie comienza con muy bien pie. Ojalá siga manteniendo este nivel y veamos algo más de lo que aquí ocurre, ya que hay cosas que pueden tener consecuencias para el futuro. Muy recomendable.
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