Hace tiempo que DC busca su hueco en el mercado como la pionera de los cómics de superhéroes que es. Porque pese a esto último, lo cierto es que en cuanto a repercusión mediática y ventas está perdiendo la partida con su competencia más directa, y esto los mandamases de la editorial lo saben, y por ello intentan llamar la atención buscando la forma de captar lectores. Entonces, un día cualquiera, algún "avispado" pensó que la mejor forma de atraer clientela sería renumerando todas las series y reiniciando la continuidad en muchas de ellas, para que los novatos no se pierdan y tengan un perfecto punto de partida al que aferrarse. La idea en sí no es del todo mala, pero ya sabemos lo poco inspirados que estuvieron para llevarla a cabo: pocos autores decentes y de renombre, demasiadas series al mismo tiempo, un tremendo lío en cuanto a la ubicación temporal en la que transcurren las historias... Todo esto ya lo sabemos, solo quedaba averiguar qué excusa emplearían para dar sentido a este pedazo de cambio. ¿Cómo finiquitas la historia de todo un universo de personajes? Con un evento, claro está. ¿Pero de qué forma explicas, en la ficción, todos estos cambios? ¿Con una Crisis? Por desgracia ese nombre se ha convertido en un tabú maldito por el repetitivo uso que le han dado esta última década. ¿Entonces qué hicieron? Simplemente, se sacaron de la manga esta miniserie repleta de numerosos tie-ins: Flashpoint.
El concepto, de por sí, ya huele a rancio: una nueva linea temporal se ha abierto y solo un personaje es consciente de la anterior, siendo su misión recuperar el mundo tal y como era antes de todos los cambios. Solo que, cuando finalmente consigue su objetivo, lo deja todo un pelín diferente, así es como se construye la excusa para empezar desde flamantes y nuevos números uno. Como premisa, es una cutrez que demuestra lo muy poco que se estrujaron la cabeza a la hora de dar una explicación a todo esto. Pero aún así, lo justo sería valorar esta miniserie como lo que es: una historia más de Flash con el universo DC de escenario, aunque sea uno sacado de la manga destinado a ser eliminado en unos pocos meses. Resumiendo, se podría decir que es todo un Elseworlds, ya que a estos los personajes no los reconocen ni su padre ni su madre. Algunos están pasadísimos de rosca (en especial Wonder Woman y Aquaman) y, en opinión de quien esto escribe, el catalizador de este cambio temporal ni siquiera justifica en absoluto el devenir de muchos acontecimientos, siendo el caso de Superman el más extraño de todos.
Por lo que, para empezar, tenemos un mundo alterado sin la menor coherencia, todo lo que el guionista nos presenta aquí es así porque él mismo lo desea, nada más. Comparándola con una saga de características similares como La Era de Apocalipsis sale perdiendo y mucho en cuanto a simple sentido común. Pero es que, para colmo, nada de lo supuestamente nuevo es realmente interesante, y da la sensación de que los cuatro primeros números de esta miniserie, compuesta por cinco, son puro relleno para presentar a personajes que no nos importan en absoluto porque sabemos que tienen fecha de caducidad. Pero es que ni siquiera son interesantes o curiosos, todo lo contrario, pasan con más pena que gloria y la mayoría son simplemente caricaturas exageradas de sus contrapartidas originales. Además, solo hay dos protagonistas y éstos no hacen absolutamente nada para cambiar las cosas, el supuesto villano se presenta a última hora porque sí y obtenemos todas las explicaciones de golpe, en el último número, sin haber visto ni tan siquiera el desarrollo de alguna historia. Todo se rige por exigencias del guión, de forma excesivamente forzada, con una épica inexistente, da la impresión de que todo ha de estar muy mal a la fuerza para que deba ser cambiado de nuevo. Y aún con todos estos defectos, la explicación de por qué ocurre todo es una tomadura de pelo absoluta que hunde por completo a un personaje insignia de la editorial, que de repente no es que pierda credibilidad por completo, sino que cae antipático y resulta insoportable como héroe, ya que como causante de todo el altercado es un auténtico irresponsable. Un desastre.
El peor evento que se ha visto en la editorial, sin ninguna duda, si no llega al nivel del espantoso "Ultimatum" de la competencia, poco le falta, aunque en consecuencias es muchísimo peor. Para ser justos, solo hay una cosa que se salva, y es el dibujo, solo Andy Kubert realiza algo digno en todo este desaguisado. Se nota demasiado que es un producto fabricado para tapar un hueco, y ni siquiera se esforzaron por darle un sentido. Todo un ejemplo de cómo NO se deben hacer las cosas.
4 comentarios:
"El peor evento que se ha visto en la editorial, sin ninguna duda, si no llega al nivel del espantoso "Ultimatum" de la competencia, poco le falta, aunque en consecuencias es muchísimo peor"
Con esto lo resumes todo y lo clavas. Todo ha sido solo una escusa para empezar el universo desde 0 e incluso ni eso, ya que empieza por un lado de 0, por otro de 1 por otro de 5, por otro de -2... mira, un puto lío cada serie empezando por donde le sale la polla al editor o guionista. Así les saldrá el invento.
otro triste Deus Ex-machina
GokuJunior, es que peor organizado no puede estar. Lo grave es que ni siquiera fueron capaces de ser previsores, quemaron tanto los cartuchos con las dichosas Crisis que, para cuando realmente era justificable una (dentro de lo que cabe, vaya), ya no tenían la credibilidad suficiente para lanzarla. Y entonces van y se sacan esta cosa de la manga, que como muy bien dice ChicoTóxico... es un auténtico Deux Ex-Machina con patas. De los malos.
Pues vaya decepción, yo lo tengo pendiente por leer... pero ahora no sé si lo haré y me centraré sólo en mis series de Green Lanterns, como personajes favoritos de DC no puedo dejarlos.
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