
El caso es que me encanta este personaje, pero no por sus batallas o por la buena narrativa del manga, no. Me gusta porque es una serie histórica, que te muestra cosas que realmente existieron en el sistema medieval oriental, con los señores feudales, los espadachines con señor o el nuevo sistema tras la guerra con los grupos separatistas, los samurais que se niegan a ver el nuevo orden, el Gobierno y los anarquistas. En otras palabras, en Kenshin podemos ver reflejado un momento histórico que, al menos para mí, resulta exótico y desconocido. Sólo por eso ya me encanta la serie. Y eso que los personajes y las historias rayan muy buen nivel.
Pronto hablaré de otras series del estilo, históricas que emplean personajes que realmente existieron a su manera y que lejos de tener ese tufillo educacional de enseñanza (véase Érase una vez el Hombre, por ejemplo), se acoplan a la historia ficticia con mucha naturalidad, por lo que enriquece todo el conjunto.
Saludos.
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