Ya acabé al fin la saga de Phoenix Wright.
La verdad, qué alegría que la dejaran para después de Apollo Justice, porque como cierre de saga es sencillamente perfecto, justo lo contrario que la que es realmente la última entrega hasta el momento.
Esta tercera parte ata cabos sueltos, cierra argumentos que se dejaron en el aire (yo ya creía que cierta venganza no la íbamos a disfrutar) y dignifica a los personajes hasta niveles impensables. Es decir, Phoenix Wright se consolida como el mejor abogado posible para sustituir a Mia, la leyenda. Por no decir que los fiscales nunca dan la impresión de ser simplemente villanos, sino que también son personas con sus propios intereses. El último caso es una reunión de amigos con momentos límite, con muchos giros, muchas sorpresas, muchísimas explicaciones que lejos de resultar bochornosas acaban siendo asombrosas, implicaciones que jamás imaginarías... En definitiva, el último caso convierte a esta entrega en la mejor de la saga. Y me atrevería a decir, por la lástima que me dió acabármelo, que es la mejor Aventura Gráfica de la Nintendo DS. Aunque claro, a falta de jugar al Time Hollow o a Undercover Dual Motives, aparte del resto de las entregas de Wright, no hay más que dos aventuras más en el catálogo de la DS: Hotel Dusk y Another Code. Eso sin olvidar alguna que otra reconversión horrible como Myst o Ankh.
De todas maneras, gracias a esta entrega y por mucho que algún detractor de las AGs de NDS pueda apedrearme por decir esto, Phoenix ya ha pasado a ser uno de mis personajes favoritos del género, junto a Manny Calavera, el Tentáculo Púrpura, LeChuck y George Stobbart.
Mañana hablaré de Camino de Javier Fesser, que la vi ayer con mi amigo SuperPJ. Ya os adelanto que me encantó, y aún sigo pensando en ella. No creo que vaya a hacer una crítica corta. XD
¡Saludos!
P.D. No he dejado de lado el cómic de Herencia Perdida, esta tarde pienso reanudarlo.
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